Centenario en el alambre

El Covirán Granada cumplió ayer cien partidos en la Liga Endesa, logrando su trigesimoprimera victoria durante su periplo por la máxima competición del baloncesto español. No es un porcentaje de triunfos descomunal, pero sí llama la atención que los rojinegros, siempre que se ponen el traje de superviviente –partidos en los que una derrota les condenaba al descenso– parecen infalibles. Sucedió así en dos ocasiones en las dos temporadas previas, y ya van otras dos en la actual.

El equipo granadino cumplió con creces ante el Río Breogán, ganando su partido más cómodo de la campaña y estirando una vida que sin duda agoniza a nivel acb, pero no termina de expirar. Los de Pablo Pin enseñaron un hambre superior a la de los lucenses, que viven muy tranquilos lejos del peligro y eso se notó en su desempeño en un Zaidín que Elias Valtonen, como hace un año ante el Gran Canaria, puso a sus pies con un partidazo en el que lo más destacado, pese a sus 21 puntos, fue su defensa, con dos 'taponazos' sobre Dae Dae Grant que recordaron a aquel icónico sobre Nico Brussino.

Tras el duelo, llegó la hora de los móviles –o transistores, para castizos–. Andorra no falló y huyó de la quema, pero la derrota del Bàsquet Girona deja un último hálito de vida al superviviente rojinegro. Le toca visitar al Real Madrid, ganar y seguir esperando ayuda. Más difícil todavía.

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