Un operativo de la Policía Nacional en Norte acaba con cinco detenidos de dos clanes enfrentados

Los cinco arrestados son de nacionalidad española, con edades comprendidas entre los 34 y los 67 años. En total, han sido ocho los individuos identificados, pertenecientes a dos clanes familiares rivales vinculados a organizaciones criminales. Se dedican, presuntamente, al tráfico de drogas y la tenencia ilícita de armas. Han protagonizado numerosos altercados con armas de fuego en el distrito Norte desde el pasado mes de febrero. La razón: el control sobre la producción y venta de drogas en la zona. Todos cuentan con antecedentes policiales y no se descartan nuevos arrestos.

La investigación la ha llevado a cabo el Grupo de Homicidios y el Grupo de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Granada. Según explican fuentes cercanas al caso, todo surgió a raíz del primer tiroteo en la calle Sor Barranco -conocido como 'callejón de la muerte- el pasado domingo, 16 de febrero. De hecho, los registros se han producido en ubicaciones donde recientemente se han producido reyertas de este tipo, como en esa calle y alrededores, donde han sido arrestadas dos personas por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

Varios furgones policiales custodiaban la zona, por donde correteaban varios gallos. Asimismo, un trabajador de Bienestar animal del Ayuntamiento de Granada ha acudido para llevarse a dos chihuahuas encontrados durante los registros en aparente estado de abandono y desnutrición, de los que se ha hecho cargo Policía Local de Granada.

Como suele ocurrir en estos casos, los residentes se agrupaban a lo lejos para observar la escena. También dentro de las viviendas, a través de las rejas y persianas, los ojos se fijaban en cada paso que daba la Policía Nacional. A las 10.10 horas sonaba de fondo, desde algún balcón, 'Volando voy, volando vengo, por el camino yo me entretengo'. A las 11.00 horas, los agentes bajaron los primeros sacos con plantas de marihuana cortadas en su interior en la calle José María Miranda Serrano. De la fachada del bloque aún colgaba un Papá Noel de una ventana. A las 11.13 horas sacaron a dos detenidos esposados. Varias mujeres lloraban. Otras las consolaban diciéndoles que «en nada estarían en libertad de nuevo».

Cerca de allí, en el entorno de la plaza Rey Badis, se han producido más registros y se ha detenido a tres personas como presuntos autores de tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y daños. Están relacionados con el último tiroteo entre los clanes, que precisamente se produjo en esa plaza el pasado 19 de marzo -y se hizo viral en redes sociales-. Un hombre resultó herido por los disparos con armas de fuego cortas.

Los agentes han accedido a los bloques, algunos protegidos con pasamontañas. El perro antidroga ha estado presente en varios registros, causando nerviosismo entre los vecinos. Los investigadores han recogido pruebas y han fotografiado el exterior de los bloques. En el terreno han actuado, entre otros, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), la Unidad de Intervención Policial (UIP), Policía Científica, Tedax, medios aéreos, guías caninos y agentes de Homicidios, Atracos y Estupefacientes. También el Grupo Operativo de Intervenciones (GOIT) de Madrid, un cuerpo de élite que facilita las entradas en los edificios más complicados.

La investigación policial ha conseguido detener a un total de cinco individuos. Tres de ellos han estado implicados, supuestamente, en varios episodios de amenazas, agresiones y tiroteos acaecidos desde el pasado mes de febrero. Como consecuencia, las agresiones han sido mutuas por parte de los dos clanes rivales, lo que ha provocado, a su vez, un incesante cruce de denuncias.

Como explicó IDEAL recientemente, el trasfondo del asunto es complejo. El primer día marcado en el calendario es el pasado 10 de febrero, cuando una familia interpuso una denuncia. Hablaba de coacciones por parte del otro clan, una persecución en vehículos y amenazas a punta de pistola.

La tensión entre ambas partes era más que evidente. El detonante se produjo poco después, el 16 de febrero, con un tiroteo sin heridos que adelantó este periódico. Ocurrió en el conocido como 'callejón de la muerte', tramo que conecta las calles Ortiz de Villajos y Sor Barranco. Se efectuaron varias detonaciones que no causaron heridos. La Policía Científica halló en el lugar varios proyectiles.

Fuentes cercanas al caso precisaron que el clan previamente denunciado pretendía quedarse con la vivienda y las plantas de marihuana del otro, y los acusaba de un presunto chivatazo por el cual la Guardia Civil les había incautado droga recientemente, generándose tensiones para ajustar las cuentas pendientes. El suceso acabó únicamente con un detenido por amenazas graves y por un delito contra la salud pública, al encontrarle durante la intervención más de un centenar de plantas de marihuana. También le incautaron una escopeta.

Este mismo hombre, el arrestado en el tiroteo de febrero, fue precisamente quien resultó herido en el último tiroteo viral, el de hace dos semanas, que tuvo como protagonistas a las mismas familias. Se alargó durante unos minutos y se agruparon en la plaza varias decenas de personas.