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Luis Suárez y el gol, una sociedad letal que puede verse quebrantada en el peor momento. A Lof/C. Barba
UD Almería

El Almería tiembla, Suárez no juega

El delantero colombiano se pierde el playoff de ascenso ante el Real Oviedo al ser convocado por Colombia para los compromisos para el Mundial ante Perú y Argentina | El club indálico intenta que Colombia revoque la decisión que perjudica a los indálicos

Juanjo Aguilera

Almería

Lunes, 2 de junio 2025

La peor noticia que se podía dar cayó ayer como un jarro de agua fría en la UD Almería justo en el momento en el que el equipo parecía haber encontrado la estabilidad emocional y deportiva. Aunque en la sexta posición, pero ocupando plaza de playoff de ascenso a Primera División, el rendimiento y la solidez emocional del fútbol realizado por los indálicos en los últimos partidos permitía encarar con cierta solvencia la primera ronda del playoff. Y nadie asegura que no vaya a ser igual, pero lo cierto es que Luis Javier Suárez, el pichichi de Segunda División, el jugador más diferencia, con mucho, de la plantilla indálica no estará con el equipo en el duelo del próximo sábado, desde las 21.00 horas, en el UDAlmería Stadium, para recibir a un sólido Real Oviedo. El cafetero fue convocado ayer tarde por la selección de Colombia para cubrir la baja de Rafael Santos Borré, lo que implica su ausencia. Esta noticia ha caído como un auténtico mazazo para el club y su afición, pues supone perder a su máximo goleador y principal referente ofensivo justo en el momento más decisivo de la temporada.

La salida inesperada del delantero colombiano deja un vacío enorme en el equipo, tanto en el plano deportivo como en el anímico, y pone a prueba la capacidad de reacción del conjunto almeriense ante el reto más importante del curso.

La piedra angular

Luis Javier Suárez ha sido, sin duda, la piedra angular del ataque rojiblanco a lo largo de toda la temporada. Con 27 goles y 8 asistencias, el atacante cafetero no ha sido solamente el máximo artillero del equipo rojiblanco, sino también el líder sobre el terreno de juego, creando sociedad con jugadores como Leo Baptistao, el segundo máximo goleador rojiblanco;Sergio Arribas o Nico Melamed. Su voracidad, capacidad para generarse espacios, inteligencia para desmarcarse y olfato goleador han sido determinantes en infinidad de partidos. En muchas ocasiones, cuando el Almería sufría o el gol parecía esquivo, el delantero cafetero apareció para romper la igualdad o para sostener al equipo con su presencia y garra. Su aportación ha ido más allá de las cifras: ha transmitido una sensación de seguridad y confianza a sus compañeros, además de ser un motor constante que ha empujado al equipo a superar obstáculos y a pelear cada balón como si fuera el último.

La noticia de su baja provoca un trastorno enorme en el plan del entrenador Rubi. El Almería pierde a su máximo exponente ofensivo en la recta final de la temporada, justo cuando las eliminatorias de playoff exigen máxima precisión, sacrificio y acierto en ataque. La dependencia que el equipo tenía en Luis Javier Suárez para hacer gol ahora se convierte en un gran desafío. El conjunto almeriense deberá reinventarse para encontrar nuevas vías de ataque, distribuir las responsabilidades ofensivas entre varios jugadores y mantener la frescura y la intensidad que el delantero había puesto durante todo el año, aunque desde el partido frente a Eldense no vía puerta, pero siempre estaba 'con la caña' puesta para pescar en el área.

El domingo, en el partido frente al Tenerife lo intentó en dos veces, sin fortuna, puede que por la ansiedad, pero colaborando para generar unos espacios que aprovecharon otros.

La moral

En lo emocional, la marcha de Suárez también afecta a la moral del vestuario y a la ilusión de la afición. El delantero no solo es un goleador, sino también un símbolo de la esperanza y el carácter de este Almería que quiere retornar a la máxima categoría. Su entrega incansable, su actitud incuestionable y su capacidad para aparecer en los momentos clave lo convirtieron en el referente absoluto de un equipo que soñó con el ascenso directo durante gran parte de la temporada. Perder a esa figura justo cuando el club más la necesita supone un golpe anímico importante que el grupo tendrá que superar para no desmoronarse.

El cuerpo técnico y los jugadores saben que sin Luis Javier Suárez no habrá margen para errores ni para dudas. La responsabilidad se multiplica y la presión aumenta. Habrá que confiar en jugadores como Sergio Arribas, en buen momento;Leo Baptistao o Nico Melamed y rezar para que el Marezi que no ha aparecido en ningún partido de Liga desde que pertenece a la UD Almería, aparezca para aportar profundidad y desequilibrio, mientras que en el centro del campo la calidad de Lucas Robertone, Dion Lopy y Gonzalo Melero deberá ser más decisiva que nunca. En defensa, hombres como Chumi y Édgar tendrán que garantizar la solidez para no conceder ocasiones que el equipo ya no podrá permitirse desperdiciar, esperando también cómo se gestiona la ausencia de Marc Pubill que el pasado domingo. La eliminatoria ante el Real Oviedo se despidió de la temporada por tener que acudir a la convocatoria de la selección española sub-21 que el próximo 11 de junio inicia el Campeonato de Europa de l categoría. De este modo, el del ascenso se presenta como un reto colectivo en el que cada futbolista deberá dar lo mejor de sí mismo para compensar la ausencia del delantero colombiano.

Fortaleza mental

Además, esta situación refuerza la importancia de la fortaleza mental. El Almería deberá mostrar carácter y unión para hacer frente a la adversidad. El grupo deberá sobreponerse a la pérdida de su estrella, encontrar nuevos líderes y demostrar que puede competir y ganar sin depender de un solo jugador. Esa es la gran prueba que les espera en las próximas semanas.

Por último, la marcha de Suárez también pone de relieve la fragilidad que puede suponer para un equipo la llamada de las selecciones nacionales en un momento crucial. Si bien es un orgullo para el jugador y para el club que uno de sus futbolistas represente a su país, la realidad es que la UD Almería pierde a su mayor baluarte ofensivo en el instante en que más lo necesita. El compromiso con la selección es innegociable, pero deja al club con una difícil papeleta que resolver a contrarreloj.

Luis Javier Suárez deja tras de sí una temporada para la historia del Almería, con goles, esfuerzo y entrega que quedarán grabados en la memoria de la afición. Ahora le toca al equipo demostrar que la grandeza no sólo reside en un jugador, sino en la capacidad de un grupo para sobreponerse a la adversidad y pelear hasta el último minuto por alcanzar el sueño del ascenso. Sin Suárez, pero con el alma intacta, la UD Almería afronta su playoff más difícil.

De todas formas, desde la entidad rojiblanca se trabajó ayer para que esa decisión no fuese definitiva y que Luis Javier Suárez siga aportando goles a la UD Almería en ese objetivo del salto de categoría.

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