Llamadme Admunsen
¿Por qué no vio la luz?Debió de pesar el historial político de Vázquez Montalbán, un autor 'desafecto' al régimen? y con una condena a prisión a sus espaldas
José Abad
Viernes, 24 de noviembre 2023, 21:37
La cuestión volverá a estar sobre la mesa cuando llegue a las librerías la obra inédita de J. D. Salinger o la novela póstuma de ... Gabriel García Márquez, en proceso de maceración actualmente. ¿A qué responden estas exhumaciones editoriales? ¿Oportunismo? ¿Oportunidad? La cuestión es compleja y la casuística, variada; los apriorismos no tienen nada que hacer tampoco aquí. Abundan los ejemplos a favor y en contra. Alguno a favor: la obra de Franz Kafka es póstuma cuasi en su totalidad; de no haber sido por el celo de Max Brod, su albacea, hoy no podríamos calificar de kafkianasesas situaciones genuinamente kafkianas. Se me ocurre también el caso paradigmático de John Kennedy Toole, que se quitó la vida a los treinta y un años, corría el año 1969, harto de recibir una negativa tras otra de las editoriales donde enviaba su novela; su madre haría realidad aquel sueño frustrado y 'La conjura de los necios' recibió el premio Pulitzer a título póstumo, en 1981. Creo lícito hablar de justicia poética. Hay otros ejemplos menos edificantes de obras insuficientes, desenterradas por simples intereses espurios, pero hoy correremos el preceptivo tupido velo sobre ellas. Me pillan de buenas.
Estos 'rescates' son valiosos siempre y cuando permitan la recuperación de esa pieza extraviada sin la cual el puzle queda incompleto, tal como ha sucedido con 'Los papeles de Admunsen' (Navona), la primera novela escrita de Manuel Vázquez Montalbán, desconocida hasta hace poco. La novela, escrita a mediados de los sesenta, se hallaba entre la documentación entregada en custodia a la Biblioteca de Catalunya: «Debidamente encuadernada –explica José Colmeiro, responsable de la edición–, revisada y firmada de puño y letra por el autor, y lista para su publicación». ¿Por qué no vio la luz? Debió de pesar el historial político de Vázquez Montalbán, un autor 'desafecto al régimen' y con una condena a prisión a sus espaldas. (De hecho, como apunta Colmeiro, no hay que descartar que empezara a escribirla en la cárcel). Tuvo que pesar asimismo la crítica oblicua a la España de la época; a pesar de estar ambientado en un ficticio país nórdico, 'Los papeles de Admunsen' habla de nuestro país. De haberse publicado entonces, la ficción solamente habría engañado a quienes tienen por costumbre dejarse engañar. En vista de que guardaba aún el manuscrito, no hay que descartar que Vázquez Montalbán la hubiera sacado antes o después, pero un infarto nos lo arrebató a los 64 años, de manera inesperada, en un escenario tan novelesco como inverosímil, el aeropuerto de Bangkok.
De haberse publicado en su momento, un texto tan audaz, tan rotundo, habría condicionado la obra posterior de Vázquez Montalbán, no cabe la menor duda, pero de nada sirve especular con lo que habría sido y no fue. Hoy, 'Los papeles de Admunsen' arrojan una intensa luz sobre la primera etapa de su carrera. En algunos puntos, anticipa la «estética subnormal» que cultivaría de ahí a poco; en otros, participa del mismo empeño testimonial de las «novelas de la memoria»: 'El pianista' (1985), 'Los alegres muchachos de Atzavara' (1987), 'Cuarteto' (1988), 'El estrangulador' (1994), etc. Hay muchísima autobiografía en estas páginas salvadas del olvido. En el protagonista, Admunsen, hallamos un primer avatar del escritor: también Admunsen ha estado en la cárcel por cuestiones políticas, también él ha participado en la lucha clandestina, también él quiere dedicarse a la Literatura con mayúscula, pero debe contentarse con trabajillos puramente alimenticios, etc. Durante la lectura, le he puesto a Admunsen el rostro redondo de Vázquez Montalbán; la ficticia Leyden la he imaginado como Barcelona a mediados de los años sesenta del pasado siglo. Nada se dice de explícitamente de la dictadura franquista, pero ahí está, voraz, vulgar, reconocible. Con cada nuevo libro suyo, mi admiración por Manuel Vázquez Montalbán no hace sino crecer.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.