Fracasan en Francia las negociaciones entre sindicatos y patronal sobre la reforma de las pensiones
La mesa social termina sin un acuerdo y esto pone contra las cuerdas al primer ministro Bayrou, que la había impulsado para suavizar la oposición del Partido Socialista
Representa un nuevo revés para el primer ministro galo, François Bayrou. Las negociaciones entre los sindicatos y la patronal concluyeron el lunes por la noche ... sin un acuerdo, tras cuatro meses de reuniones. «Nos hemos quedado muy cerca de un pacto histórico en muchos aspectos», dijo el veterano dirigente centrista en una breve comparecencia este martes por la mañana. Aunque ha invitado al Palacio de Matignon a los principales representantes del Medef (equivalente galo de la CEOE), CFDT y de otras organizaciones de trabajadores, este último encuentro cuenta con muy pocas posibilidades de desencallar la situación.
«Constatamos el desacuerdo y el estrepitoso fracaso de las discusiones con las organizaciones patronales, que tienen una gran responsabilidad» en la falta de acuerdo, dijo en el plató de la cadena TF1 Marylise Léon, secretaria general de la CFDT, el sindicato con el mayor número de afiliados en Francia. La decimosexta y última de estas reuniones empezó el lunes por la tarde y terminó sin un acuerdo pocos minutos antes de las once de la noche.
El fracaso del «cónclave», según el pomposo nombre con el que Bayrou bautizó esta mesa social, fragiliza aún más al responsable del Ejecutivo, que lo había impulsado para suavizar la oposición del Partido Socialista. No ayudará al líder del MoDem a mejorar su popularidad, que apenas cuenta con un 17% de opiniones positivas, siendo el nivel más bajo en la historia de la Quinta República.
El objetivo del «cónclave» era mejorar la impopular reforma de las pensiones de 2023, que aumentó la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años (con 43 cotizados para recibir una pensión completa). Esa medida, de las más polémicas del segundo mandato del presidente, Emmanuel Macron, no solo desató una oleada de multitudinarias protestas sindicales, sino que fue adoptada a través del decreto 49.3, que permite aprobar una ley sin una votación parlamentaria.
Retraites : "Je serai à Matignon (...) Il faut acter le désaccord et le cuisant échec de la discussion avec les organisations patronales qui portent une lourde responsabilité dans cet échec", @MaryliseLeon dans #BonjourLaMatinaleTF1 pic.twitter.com/tqQdf0J9ie
— TF1Info (@TF1Info) June 24, 2025
La del lunes fue la última de las reuniones celebradas desde febrero. Estas conversaciones entre la patronal y los sindicatos han resultado accidentadas. Aunque en un principio Bayrou dijo que no había ninguna línea roja, el veterano dirigente centrista recordó en marzo que «no creo que podamos volver a la jubilación a los 62 años». Esas declaraciones provocaron que la CGT -segundo sindicato más importante en Francia- y Force Ouvrière abandonaran las negociaciones.
Desde principios de la primavera, las discusiones habían continuado únicamente entre la patronal y los sindicatos con una orientación moderada. Estos interlocutores se han quedado cerca de un acuerdo. La CFDT aceptó la edad mínima de jubilación en 64 años a cambio de bajar de 67 a 66 y medio la edad en que un trabajador, que no haya cotizado 43 años, puede retirarse del mercado laboral sin una reducción significativa de su pensión. También pedía un nuevo mecanismo que facilitara las jubilaciones anticipadas para los empleados de profesiones más precarias, algo que el Medef no aceptó.
Amenaza de censura al Ejecutivo
Patrick Martin, presidente de la patronal, atribuyó el fracaso de estas reuniones a su formato, en que participaron altos funcionarios designados por el Gobierno: «Ha comportado que cada uno se enrocara en sus posiciones». El final fallido no resulta, sin embargo, ninguna sorpresa. Bayrou había dicho desde un inicio que, si no había un acuerdo, mantendrían la reforma de hace dos años, defendida por la patronal y rechazada por los sindicatos y la mayoría de los diputados. Lo que disuadió al Medef a la hora de hacer concesiones a las organizaciones de trabajadores.
«Bayrou no ha sido del todo transparente en este proceso», se quejó este martes el secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, quien dijo que presentarán una moción de censura si el responsable del Ejecutivo no acepta una votación en la Asamblea Nacional sobre la reforma de 2023. La Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos) anunció otra moción desde el lunes por la noche. Aunque cuenta con pocas posibilidades de prosperar, esa iniciativa podría obtener el apoyo de los 192 diputados (de un total de 577) de los distintos partidos de izquierdas. Y dejar el futuro del primer ministro en manos de la imprevisible extrema derecha de Marine Le Pen.
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