Un superintendente de Policía Local en tres actos
José Manuel Jiménez Avilés ha ostentado la jefatura del cuerpo municipal de Granada en tres etapas diferentes
El puesto de superintendente de la Policía Local de Granada nunca ha sido un cargo tranquilo. A las tareas propias de la Protección Ciudadana de ... la capital se une además que los sindicatos policiales tienen mucho poder de movilización y las especiales condiciones de trabajo provocan más de un dolor de cabeza al área.
José Manuel Jiménez Avilés llegó por primera vez al cargo en el año 2011. Este vecino del Albaicín arrancó su carrera policial desde la base y fue escalando tras pasar por todas las unidades, desde la sala del 092 a las patrullas de barrio, seguridad ciudadana o tráfico. Accedió al puesto por designación del entonces alcalde, José Torres Hurtado, en el verano de 2011, a mitad de mandato. Avilés es licenciado en Derecho y experto universitario en pericia caligráfica y ostenta el cargo de intendente, requisito imprescindible para acceder a la jefatura del cuerpo policial.
En aquel primer mandato como jefe de la Policía Local estuvo al cargo de 526 agentes y a las órdenes de Telesfora Ruiz, concejala entonces de Seguridad Ciudadana. Ocupó la jefatura hasta el año 2015 y tuvo que enfrentarse a una denuncia que le puso un agente del cuerpo, que lo acusaba de prevaricación al haber dictado contra él un expediente disciplinario por una «especie de huelga encubierta». Avilés llegó a declarar ante un juez, pero la denuncia fue archivada en 2018.
Tras una 'pausa' durante el mandato del socialista Paco Cuenca, Avilés volvió al cargo de superintendente en 2019, con César Díaz (PP) como concejal de Seguridad Ciudadana, dentro del gobierno bipartito de Luis Salvador. Este segundo tramo se lo planteó como una continuación del camino emprendido. Llegaba con una plantilla mermada por las jubilaciones y por la imposibilidad de reponer a los agentes que se marchaban (el Ayuntamiento tenía un plan de ajuste que lo impedía). por lo que ya anunciaba en julio de 2019, en una entrevista a este periódico que «es importante sacar nuevas plazas para policías, convocatorias paulatinamente cada año para paliar y cubrir al menos la tasa de reposición». En el año 2019, antes de que accediera el gobierno bipartito de Ciudadanos y PP a la alcaldía, se convocaron esas oposiciones que culminaron casi cuatro años después y que hoy están bajo sospecha.
Con la llegada, de nuevo, de Paco Cuenca a la alcaldía, dejó la dirección de la Policía Local, a la que volvería en la primavera de 2023, cuando Marifrán Carazo tomó posesión como regidora. Elegía la alcaldesa entre los intendentes del cuerpo en Granada y Avilés volvía al cargo.
El ya exsuperintendente de la Policía Local es un habitual del barrio del Albaicín, donde tiene su casa, además de un terreno en el Cerro de San Miguel, espacio en el que suele pasar su tiempo libre. De trato cercano y campechano, no se ha visto libre tampoco de las rencillas que históricamente se han dado dentro de la Policía Local, donde la representación está repartida. En este último tramo como jefe del cuerpo mostró su interés por recuperar las policías de barrio. Ayer acudió a la jefatura de la Policía Local para estar presente en los registros que efectuó la Policía Nacional.
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